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miércoles, 25 de mayo de 2016

Síndrome del miembro fantasma

¿Qué es el síndrome del miembro fantasma?


El síndrome del miembro fantasma surge entre las personas que han sufrido una amputación de uno de sus miembros. Tras este suceso, la persona tiende a tener la sensación de aún contar con su miembro ausente.


Este problema, se genera porque la persona amputada presenta sensaciones somato-sensoriales de que su miembro ausente está allí y está paralizado, y ante la necesidad de moverlo para dar a entender a su cerebro que efectivamente cuenta con él, desarrollan síntomas de ansiedad ante la incapacidad de hacerlo. 

Aproximadamente el 60 - 80% de las personas con amputación presentan el dolor del miembro fantasma en algún momento de su vida.





Homúnculo de Penfield 

El Homúnculo de Penfield consiste en un mapa corporal, es decir, una representación topográfica de nuestro cuerpo en la corteza cerebral, pero con unas características determinadas; cada parte del cuerpo está representada en función de su importancia sensoriomotora y no de su tamaño. Así determinadas partes del cuerpo aparecen extremadamente grandes (labios, lengua, manos, pies, genitales) en comparación con el tamaño normal que tienen en una persona, y las disposiciones de las partes del cuerpo son diferentes a las del cuerpo propiamente dicho (El cuerpo está “cabeza abajo” y las partes están desordenadas). Cuando una parte del cuerpo se pierde, su representación en el homúnculo de Penfield deja de recibir información de ese efector y esa área del mapa puede ser invadido por la representación adyacente, lo cual podría explicar el fenómeno de los miembros fantasmas. De hecho, un estudio ha demostrado que la organización del homúnculo en la corteza somatosensorial en pacientes con dolor fantasma es diferente a la de los pacientes sin dolor. 


Sintomatología

La característica clínica más llamativa del miembro fantasma es su gran variabilidad sintomática. Así, los síntomas se pueden organizar en:
  1. Sensaciones fantasmas: percepciones cinéticas, cinestésicas y exteroceptivas.
  2. Dolor fantasma.
  3. Dolor de muñón.
  4. Síntomas emocionales: ansiedad, depresión, estrés.


Tratamiento

El tratamiento en personas con miembros amputados y dolor neuropático requiere un equipo multidisciplinar que permita abordar los aspectos físicos, psicológicos, farmacológicos y de rehabilitación. El objetivo principal del tratamiento es aliviar el dolor. 

Para ello, actualmente, hay una diversidad de tratamientos recomendados lo cual indica la falta de un método verdaderamente satisfactorio. 


Algunas de las pautas que se llevarán a cabo en el tratamiento fisioterapéutico serán:

Función respiratoria: realización de ejercicios respiratorios suaves, tanto torácicos como abdominales, explicando la necesidad de hacerlos al paciente y a la familia. 

Prevenir tromboembolismos: movilización de la extremidad contralateral, activa y segmentaria, empezando con contracciones de la musculatura de los dedos del pie, para proseguir con el tobillo, rodilla y cadera. 

Mantener un buen tono muscular general: contracciones isométricas de toda la musculatura del tronco, extremidades sana y se llevarán a cabo ejercicios activos en la extremidad sana contralateral. En caso de no poder realizar ejercicios activos, se realizarán ejercicios activo-asistidos o pasivos.

Prevenir posturas viciosas: control postural en la cama del paciente, por lo que es aconsejable, que ésta sea razonablemente firme para facilitar la buena posición articular y de la columna; se llevarán a cabo cambios de decúbito supino a prono. 

Tratamiento de la cicatriz: una vez cerrada la herida y retirados los puntos (10-15 días) se comienza el tratamiento específico de la cicatriz donde ocupa un lugar fundamental la higiene del muñón, el masaje del muñón y el masaje de la cicatriz.

Higiene del muñón: debe ser cuidadosa teniendo en cuenta que se necesita siempre una piel sana, hidratada, elástica e indemne para una buena protetización. Se debe lavar diariamente con agua tibia y jabón neutro y llevar a cabo un buen secado, para impedir la maceración de la piel.

Masaje en el muñón: la extremidad residual es muy sensible después de la amputación. Para ayudar a corregir este problema se puede llevar a cabo un masaje en el muñón.

Tratamiento cinesiterápico del muñón:
Movilización de las articulaciones conservadas: antes de proceder a tonificar el muñón es necesario liberar todas las estructuras que no estén correctamente alineadas y realizar una movilización completa y libre en todo su recorrido articular. Para ello, se puede recurrir a todas las técnicas de fisioterapia que se precise: calor profundo, estiramientos, movilizaciones pasivas, tratamiento postural en decúbito prono cuidando que no se produzca rotación externa, etc.
Tonificación específica de la musculatura del muñón.

Aparte de todo esto, que es fundamental para tener un buen estado general, estado óptimo del muñón y tratar en parte el miembro fantasma, es imprescindible tratar el dolor de miembro fantasma específicamente, ya que puede limitar mucho la funcionalidad. 
Existe una diversidad de tratamientos en base a las distintas teorías que discurren en torno a la etiología del dolor de miembro fantasma. Por ello, las técnicas de tratamiento de fisioterapia abordan tanto los mecanismos periféricos como los centrales

Electroterapia: T.E.N.S, Magnetoterapia, Ultrasonidos.

Una de las técnicas más usadas y más efectivas es la Terapia espejo

Se utiliza como feedback visual y se cree que proporciona un fuerte feedback sensorial positivo en la corteza de que no todo el movimiento tiene que ser doloroso. 
El “engaño” provocado por la terapia espejo en el cerebro hace que éste adquiera un patrón de movimiento normal sin dolor, pudiendo cambiar la mente del paciente. La terapia del espejo puede utilizarse como método de tratamiento individual.

No obstante, su inclusión en el programa terapéutico de imágenes motoras graduadas parece ser más eficaz en el alivio del dolor. Esta terapia requiere más pruebas con ensayos aleatorios para establecer su eficacia; distintos estudios han demostrado una gran promesa para la lucha contra el dolor de miembro fantasma.

Hagling et al han investigado el uso de la terapia del espejo en el periodo preoperatorio a una amputación de miembro inferior, y los resultados obtenidos han sido positivos. No obstante, debido al tamaño pequeño del estudio, es difícil extrapolar estos resultados a una población general. 










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